En este enlace al blog que estoy proporcionando, he seleccionado el artículo ya que desde un principio su titular me ha llamado mucho la atención. Cierto es que toda redacción publicitaria tiene unas técnicas, normas y estilos claros, y que a pesar que cada individuo nazca con mayor habilidad para escribir, se deben adquirir grandes conocimientos para desempeñar esta faceta de modo competente y con efectividad.
Así pues, en este artículo nos proponen los 10 mandamientos que deberían tenerse en cuenta a la hora de redactar bien. Cabe decir que dichos mandamientos que aparecen en el artículo no han sido escritos por su autora, sino que ella los ha encontrado navegando por la red. Los 10 mandamientos son:
1. Empiece con un buen titular.
2. Redacte un texto interesante, provocativo.
3. Venda el beneficio básico lo más rápido posible.
4. Venda una sola cosa.
5. Apóyese en gran cantidad de hechos: mientras más hechos exponga, más venderán y le creerán.
6. Emplee testimonios.
7. No mentirás: diga siempre la verdad en sus anuncios publicitarios.
8. No se preocupe de los premios.
9. Informe: dónde y cuándo comprar.
10. Asegúrese que su anuncio contenga los siguientes tres elementos claves. Primero: impresionar, captar la atención lo más rápido posible. Segundo: que el público se concentre en algo específico, sea del producto o servicio que venda. Y tercero: sea honesto: ¿Estaría dispuesto a mostrárselo a su madre?
Pero cierto es acerca de todo lo que la autora reflexiona posteriormente, que si realmente con emplear estos diez puntos de manera correcta cualquiera podría ser un buen redactor, entonces ¿de que nos sirve formarnos para serlo? No simplemente siguiendo estos 10 requisitos podemos crear una buena redacción publicitaria, ya que no es suficiente. En estos mandamientos se están introduciendo conceptos que no son estrictamente necesarios, como por ejemplo que debemos emplear testimonios. Y sin embargo se están olvidando de algo tan básico como necesario como es tener claro al público que nos dirigimos, ya que lenguaje, manera de comunicar, léxico, etc. no será el mismo para un público joven que para un público mayor por ejemplo.
Muchas veces, desde el desconocimiento la redacción publicitaria es tratado como algo que se puede tomar a la ligera, que no hace falta tener mucho conocimiento para desempeñarla y que simplemente con una frase ingeniosa acerca del producto lo tenemos todo ganado. Pero estudiando este tema como hemos estudiado este año vemos que no es trabajo de cualquiera y mucho menos resulta una tarea fácil a desarrollar.
Así pues, no debemos caer en el error de menospreciar la redacción publicitaria, ya que desde muchas superficies y enlaces se trata de un modo vulgar este tema, categorizando este hecho de algo muy sencillo que simplemente siguiendo cuatro normas cualquier persona lo puede hacer.
-IRENE PARÍS-
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